LA IGLESIA PREPOSITURAL DE SAN BERNARDINO DA SIENA

Durante siglos la iglesia prepositural de San Bernardino
de Siena ha sido el centro de la vida religiosa de Colico. La iglesia surge en el casco antiguo de Villatico y está considerada la «iglesia madre» del territorio de Colico.La luz que se filtra a través de las naves y de los ajimeces de abocinamientos muy profundos de los altares lateralescreando un juego de luces y sombras que ayuda a los fieles en el clima de recogimiento y oración, además deresaltar muchos detalles que sólo un visitante atento y curioso puede captar.

EL EXTERIOR

La iglesia se orienta rigurosamente hacia el este equinoccial, observando la tradición más antigua. La fachada es imponente y armoniosa. La construcción del edificio, como símbolo unificadorde la identidad religiosa de nuestro territorio, fue paralela al aumento de la población. La primitiva iglesia requirió una primera fase reconstrucción alrededor de 1670 y poco antes de 1750 se amplió el presbiterio con la construcción del ábside. Sin embargo, en dos ocasiones hubo que adaptar la estructura: primero con la prolongación de la nave hacia el oeste, luego en 1896-1897 con la construcción de las naves laterales y la nueva fachada inspirada en el gusto definido“lombardo”.
No es difícil captar, desde la primera mirada, el extraordinario sentido del equilibrio creado por el rigor geométrico en el que se inspiran el conjunto y cada una de las partes arquitectónicas. Las lesenas o bandas lombardas insinúan la distribución del espacio interior, el rosetón y los rosetones laterales, los pequeños arcos colgantes que recorren toda la cornisa y que constituyen el único elemento decorativo de los muros laterales se inspiran en el estilo típico de las iglesias del lago e incluso en el estilo románico de los siglos XI y XII. Las lesenas rematan en estatuas de ángeles. Se puede observar el particular acordonamiento de los tres portales que culminan en lunetos.

EL INTERIOR

El interior revela inmediatamente en la planta arquitectónica basilical la antigüedad de la iglesia. La sala litúrgica, de tres naves, está dividida por sencillas columnas de mampostería con cinco arcadas de medio punto con bóvedas de cañón para la nave central y de crucería para las laterales. El ambiente amplio y la completa decoración al fresco y a tromp d’oil que cubre las paredes de todo el presbiterio, el ábside y los dos arcos triunfales resaltan la hermosura del interior del templo.

EL ALTAR MAYOR

La nave central del altar mayor presenta sinuosas líneas del siglo XVIII en mármol negro de Varenna y con incrustaciones de otros mármoles policromados. Del mismo estilo es un antiguo lavabo en la sacristía y las balaustradas que delimitan los altares laterales y el baptisterio en los que se puede observar el escudo del oferente.

EL ALTAR DE LA VIRGEN DEL ROSARIO

Sobre el altar de la nave lateral izquierda podemos admirar una estatua de la Santísima Virgen del Rosario. A los lados de la hornacina hay pequeños y originales cuadros que representan los misterios gozosos del Rosario (al lado izquierdo), los misterios dolorosos (en la parte inferior) y los misterios gloriosos (al lado derecho).

EL ALTAR DE SAN JOSÉ

El altar de la derecha está dedicado a San José. No presenta algún detalle arquitectónico especial, salvo la estatua lignaria del Santo con el Niño Jesús, ubicada en la hornacina.

LA PILA BAUTISMAL

En un nicho de la nave lateral izquierda se encuentra la pila bautismal, con una hermosa cuba monolítica elegantemente modelada en forma de copa y coronada por una preciosa tapa de bronce, obra del escultor talamonés Roberto Bricalli, que representa el bautismo del Bautista y a Jesús con los Doce Apóstoles. Detrás de la pila hay un artístico y precioso copón de madera de nogal. En esta pila bautismal recibió el bautismo, el 22 de agosto de 1939, la Beata Sor María Laura Mainetti, beatificada el 6 de junio de 2021, asesinada «por odio a la Fe» e incluida por la Iglesia entre los Mártires.

EL ÓRGANO DE TUBOS

El órgano, que perteneció a la iglesia original y fue remodelado por la fábrica milanesa de órganos Marelli tras la ampliación de finales del siglo XIX, está situado sobre la entrada principal. En la imponente caja de resonancia lignaria, además de los tubos de la «fachada» visibles desde el exterior, hay un gran número de tubos de núcleo y de lengüeta de diversos tamaños, cuyo número supera el millar. En el registro de la «Entrada y salida de la iglesia de San Bernardino di Colico» se lee que en 1815 «por orden de los Ilustres Fabbriceri Bettiga, Sgheiz y Piva» se pagaron 460 liras al Sr. Giuseppe Rubini de Aveno por la «compra de un órgano fabricado por los hermanos Lavelli».
El dinero para comprarlo provenía de las ofrendas de la «limosnas de la caja», 159 liras y 300 liras de la venta del bosque de Casaipropiedad de la iglesia de San Bernardino, subastado en febrero de 1815. En diciembre de ese mismo año, el Sr. Felolo recibió el encargo de «organero» y en 1818 tenemos también al Sr. Giacinto Dubini como organista de las fiestas ambulantes.

EL ARCO TRIUNFAL

El arco triunfal, realizado con la elevación de las alturas internas de la sala y la ampliación de la nave hacia el oeste y la nueva eificación de las naves laterales a finales del siglo XIX, nos muestra un precioso fresco que representa a «Cristo en la Gloria» atribuido a Tagliaferri, un famoso y renombrado pintor del alto Valvarrone, y una inscripción, desgraciadamente incompleta, que atestigua la fecha y probablemente los comisionistas de esta ampliación.
«TEMPLUM 19 (...) OLUS LABORE PECUNLA 1896=97 AMPLIAVIT= CONFRATRES CONSORES SS SACRAMENTI 190(0) ECORA (...)».
Entre las figuras de santos (incluido San Pedro) presentes se encuentra el Pontífice de la época, León XIII. Al mismo período pertenece el segundo arco triunfal con ángeles en adoración de la cruz; detalle, además del elegante festón de ramas y hojas con frutos, es el remate central «en forma de nube» del arco.